He empleado la mañana de hoy en ver
Kiss my blood, directo de Iggy Pop de 1991 grabado en París.
Junto a él: Whitey Kirst a la guitarra, Craig Pike al bajo y Larry Mullins a la batería.
Comienza el concierto y Pop sale al escenario con vaqueros y un chaleco de leopardo (aunque todo el que le mire a los ojos sabe que no aguantará mucho tiempo con ropa).
La primera canción es
Raw Power: 100% energía. Baila y hace el molino con el cable del micrófono. Todo el público teme que se desvíe y provoque algún daño irreparable, pero sigue saltando.
Antes del segundo tema,
5 foot 1, ya se ha desecho de su chaleco y lo ha lanzado al público, donde seguramente alguna fan loca se haya pegado con otra por conseguirlo (yo también lo haría).
Luego llegan dos temas de esos maravillosos Stooges que quitan la respiración:
Dirt y
Loose ("Well, I'm loose. Well, I'm loose"); en éste último él mismo coge la guitarra, una SG roja.
Y luego llega una de las más grandes, una de esas que nadie puede morir sin escuchar:
Lust for life. Baila de nuevo y se contorsiona como sólo alguien tan grande podría hacer; y se mete la mano por el pantalón; y se acaricia el pecho; y acaba con los pantalones bajados hasta los tobillos; y tira el micrófono, que de milagro no cae sobre su propia cabeza. Al acabar se sube los pantalones y comienza a cantar otra de las que están hechas para enamorar:
China girl, que desde que empieza se muestra mucho más íntima e, incluso, romántica. La Iguana de Detroit también tiene sentimientos.
I got a right nos trae de nuevo al Iggy Pop más salvaje ("No matter what they say").
En la siguiente,
Butt town, Iggy vuelve a aparecer con la guitarra colgada; termina haciendo también el molino con ella y después la tira.
La siguiente es una versión:
Real wild child, en la que Pop se muestra hasta tierno; sus ojos me recuerdan a los de Gilbert Bécaud y agita los brazos como si fuese un niño que creyese que va a volar de un momento a otro.
My baby wants to R n' R es la siguiente. Y después llega
Neon forest. Baila de nuevo guitarra en mano (realmente no sé cómo esa guitarra ha llegado viva hasta ese punto del concierto). Eso sí, sus pantalones ya tienen un agujero en la parte trasera...
Después Iggy interpreta
Home, aún con la guitarra. Y de ese mismo álbum llega
Brick by brick (que de hecho es la que le da título al disco). Es uno de los mejores discos de Pop de los que no pertenecen a la década de los '70 y éste es uno de los mejores temas de dicho disco. ¡Pedazo de canción! Repito: ¡Pedazo de canción!
Y después llegan demasiados temazos juntos, empezando por
1969, una de mis canciones favoritas del primer disco de los Stooges (que a su vez es mi disco favorito de la banda, creo que ya lo he comentado anteriormente en este blog). La versión del concierto es bastante distinta a la que viene en el CD. Y de nuevo con La Iguana a la guitarra.
Esta parte del concierto te hipnotiza totalmente.
Y del mencionado
Brick by brick llega también
Candy; sube a una chica con él al escenario. Y ése es el momento en el que siendo envidia.
A continuación, dice "I would rather be your dog". Me puede venir gente a negármelo, pero yo lo seguiré diciendo: ni Bowie, ni Nancy Sinatra; son los Stooges lo que en mi opinión tienen la canción más sexy de todos los tiempos -quizá no tanto sensual, pero sí sexy:
I wanna be your dog. Y encima Iggy se encuentra entre los diez hombres que más me ponen en este mundo. Y por si faltaba algo: ¡Pedazo de letra! Es sencilla y directa, como debe ser. Y encima hacia el final de la canción se desnuda del todo... ¡y es maravilloso, lo prometo! Aunque también es cierto que debe de ser bastante difícil tocar así la guitarra (más incómodo que difícil).
Y sin parar comienza (aún desnudo)
No fun. Decir que esta canción es grande es decir poco. Este es otro de los temazos de los Stooges, y me hace muy feliz que Iggy siga interpretándolo en sus conciertos. Además, es uno de los que más me han gustado de este 'show', si no el que más.
Luego, otras dos de los Stooges. Y para ello cree necesario subirse los calzoncillos e, incluso, los vaqueros (rotos por todas partes, eso sí). Suena
Search and destroy (¡qué fuerza, madre mía!) y
Down on the street, que aprovecha para bajar y saludar al público mientras sus vaqueros continúan descomponiéndose. A estas alturas Pop parece tener un corte en el brazo derecho (qué no sé cuándo ni cómo se lo ha hecho). El guitarrista en este tema me encanta; lo hace muy pero que muy bien. Increíble.
The Passenger es una de esas canciones que con unos simples acordes ya son perfectas. Iggy es un ser impresionante, me atrevería a decir que es hasta de otro planeta; y no entiendo por qué yo no puedo ser de ese mismo planeta. En el directo va cantando cada vez más bajo; y parece tan mono, tan romántico (porque creo que además ya he comentado anteriormente en este blog la grandeza de la letra de este tema), tan 'RAW' al mismo tiempo...
El concierto termina con otras dos versiones:
Louie Louie y
Foxy Lady. En la primera se dedica de nuevo a lanzar el micrófono como si de un lazo de vaquero se tratase (y de milagro no se estrangula a sí mismo). Entre una canción y otra hace ruidos dignos de un animal, de un monstruo y (¿por qué no?) de una Iguana. Luego deja gritar a algún miembro del público...
En resumen, un concierto que merece la pena ver, sobre todo porque la última vez me quedé con las ganas de ver a los Stooges en Madrid. Y a falta de eso... pues bueno es tener un DVD tan genial. Totalmente recomendable. No sé cómo he podido estar tanto tiempo sin verlo.
No sé por qué la voz de Pop nunca aparece en ninguna lista. Es cierto que no es Freddie Mercury y que tampoco es del estilo de la de Robert Plant, que no es tan versátil como la de Bowie y que tampoco es la de Fogerty o la de Louis Armstrong o la de Frank Sinatra... Pero es increíble, de verdad; a mí me lo transmite TODO.