Vi primero estos bolsos en Pull & Bear, en plástico de tres colores distintos (lima, rosa y azul); costaban unos 20 euros. Una semana después, vi un bolso parecido en Uterqüe (también perteneciente a Inditex), pero esta vez el precio se acercaba a los 100 euros. ¿La diferencia? Que uno tenía las asas de piel.
Vi más bolsos del estilo (de precio parecido a los de Pull & Bear) en Salvador Bachiller. Eran bien monos. Pequeñitos, tamaño cartera, y también estaban en varios colores (verde, negro, rojo...).
Pull & Bear
Uterqüe
Salvador Bachiller
Pero, si el percio del bolso de Uterqüe ya superaba toda expectativa, peor fue cuando vi uno en Longchamp (si no recuerdo mal) cuyo precio superaba los 300 euros (sin tener piezas en piel ni nada). Eso ya es un timo.
He de reconocer que un bolso como los de Pull & Bear o como los de Salvador Bachiller sí que me habría comprado. Asequibles y muy monos, además de muy originales. Pero si en las marcas caras pagas cada centímetro de originalidad como si fuera oro, me conformo con la originalidad de las cadenas en las que acostumbro a comprar. Entiendo a la gente que paga miles de euros por un Loewe o un Gucci de piel, de diseño y acabado perfectos (algo que no encuentras por ejemplo en Zara). Pero no entiendo a aquellas personas que pagan doce veces más por un bolso idéntico al de maracas más baratas. Me parece estúpido.
No sé vosotros qué opinaréis...