Hace unos días cumplí los 19. A pesar de los lazos, de las faldas de cuadros, de los bolsos de Bob Esponja -de la altura y el peso-, no soy tan niña ya. Y eso me pone triste, muy triste.
Cuando cumplí los 18 al menos conseguí entrar a conciertos sin necesidad de usar DNI ajeno de personas a las que no me parecía en nada, sin necesidad de montar números o hacer pactos con los de la puerta. Pero con 19, ¿qué consigo?
Y encima empiezo a hacer cosas de mayores. Acabo de volver de hacer el teórico de conducir y pronto empezaré una carrera nueva.
Pero bueno, celebrémoslo aún así. Estaría bien escuchar Special needs, de Placebo. Con todos vosotros:
"Just 19 and sucker's dream I guess I thought you had the flavour.
Just 19 and dream obscene with six months off for bad behaviour."