"Era una noche prodigiosa, una noche de esas que quizá sólo vemos cuando somos jóvenes, lector querido. Hacía un cielo tan hondo y tan claro, que, al mirarlo, no tenía uno más remedio que preguntarse, sin querer, si era verdad que debajo de un cielo semejante pudiesen vivir criaturas malas y tétricas. Cuestión ésta que, a decir verdad, sólo se la puede uno plantear cuando es joven, muy joven, querido lector."
Noches blancas.
Fiódor Dostoyevski
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