Este es un fragmento de El Señor de los Anillos en el que se describe un sueño de Frodo que me ha recordado a esas mañanas en las que despertaba sedienta de agua salada... porque él también ve el mar, también huele la sal. Pero nunca en la vigilia.
"Luego oyó un ruido a lo lejos. Al principio creyó que era un viento huracanado, que soplaba sobre las hojas del bosque. En seguida comprendió que no eran las hojas sino el sonido del mar lejano, un sonido que nunca había oído en la vigilia, pero que a menudo había turbado sus sueños. De nuevo se encontró fuera, al aire libre. No había árboles, allí. Estaba entre unos matorrales oscuros, y el aire tenía un extraño olor salobre. Alzando los ojos, vio delante una torre blanca y alta, que se erguía solitaria sobre un arrecife escarpado, y tuvo entonces deseos de subir a la torre y ver el mar. Comenzó a trepar penosamente por el arrecife hacia la torre, pero de pronto una luz apareció en el cielo, y el trueno retumbó".
El Señor de los Anillos. La Comunidad del Anillo.
J. R. R. Tolkien
2 comentarios:
Se huele la brisa salobre desde tu primera línea y se desliza hasta engarzarse con el trueno de Tolkien. Gracias.
Gracias a ti por comentar.
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