Hoy os contaré el último desfile que vi el martes en Cibeles. Fue un desfile doble, como ya os dije, en el que las modelos desfilaron primero con diseños de Martín Lamothe y luego con diseños de Carlos Díez.
Supongo que ya sabéis de la imaginación de este hombre, de cómo es capaz de convertir prendas normales en prendas únicas. Su sello se ve sobre cada uno de los looks de la colección y todo (incluyendo la música) ayuda a crear la atmósfera típica que siempre envuelve su trabajo.
En esta colección, destacaban el color blanco y el color negro; y también había algunas cosas en crudo. La verdad es que esta combinación de colores fue todo un acierto.
Tan sólo los cordones de los zapatos eran de otro color.
Se vieron muchas prendas largas sin mangas (tipo capa, tipo poncho), tanto en tejidos finos y transparentes como en tejidos más gruesos, con ochos. Había muchos jerséis de ochos en blanco roto; y también había faldas con vuelo con ochos, ponchos con ochos, vestidos con ochos... ¡incluso pantalones con ochos! Y todos en el mismo color.
Otra de las cosas a destacar en este desfile es el estampado blanco y negro que cubría muchos de los diseños de Carlos Díez. De lejos no se sabía muy bien el dibujo exacto que tenía este estampado. De lejos me recordaba al estampado de unos pantalones blancos que vi en Touch Me hace tiempo (blancos con un estampado de cassettes en negro... eran geniales); pero si te acercabas descubrías que se trataba de un estampado formado por suelas de Converse sobre fondo blanco. La marca Converse y Carlos Díez siempre han tenido una unión, y en los desfiles del diseñador siempre aparecen prendas de la marca de zapatillas.
Luego llegó el cuero (el toque rockero que este diseñador siempre nos muestra en sus desfiles); llegó a los pantalones negros y ajustados y también a los 'shorts' (que se combinaban con camisetas de tirantes estampadas con el estampado ya antes descrito).
Llegó también el negro en forma de jerséis anchos, de vestidos, de prendas gruesas pero con mucho vuelo. Una combinación extraña. Un acierto.
Se vio también una capucha de pelo que era enorme, oscura, preciosa.
En algunas prendas, sobre el negro, se vieron tachuelas, piezas circulares metálicas (que brillaban y creaban un efecto muy curioso sin dar a entender claramente de lo que se trataba) y chalecos de pelo.
Todos los modelos llevaban una especie de diadema que terminaba sobre las sienes y llevaba una tira por detrás de la cabeza; según Carlos Díez, creaba un "efecto lifting".
Otra de las cosas curiosas a destacar es la aparición en el desfile de un chico japonés un tanto andrógino (que más tarde descubrí que se trataba de un DJ): desfiló sólo durante unos metros de la pasarela, sin llegar hasta el final, y todos los que estábamos allí viéndolo nos preguntamos "¿por qué?". Al salir le vimos, pero ninguno se atrevió a preguntar.
Nos quedó claro que Carlos Díez es un diseñador con mucha fuerza y que le queda imaginación para muchos desfiles más, que espero poder presenciar. En este caso, nos mostró ropa un tanto extravagante y sin embargo irá a su tienda y podrá ser comprada por cualquiera. Yo ya he estado en su tienda y os recomiendo ir (además, creo que ahora hay rebajas); si vais, a lo mejor incluso le encontráis a él allí. A veces está.
3 comentarios:
Tenemos que ir a su tienda again!!
Lo mejor fueron los pantalones de 8s, me parecen geniales y me los compraría sin duda.
Lo del atuendo de la cabeza, no sabia que era, ahora que lo pienso, me gusta jajjaja
La capucha de pelo fue un poco ilógica, pero es que el es así, no hay que olvidar que la moda también es una forma de expresar algo, incluso algo ilógico, paradójico y divertido. Y cada vez me sorprende que puede hacer con la marca converse, realmente se aman mutuamente, uno complementa al otro jajjaja
A mí la capucha de pelo me encantó... ¡la quiero!
Y esa combinación Díez-Converse me encanta y, como bien dices, me sorprende siempre.
Un beso y gracias por comentar.
A ver si jugamos al billar el próximo día...
al billar o a lo que sea, me lo pase genial! ^^ un beso!
Publicar un comentario