martes, 4 de septiembre de 2012

ana locking (cibeles madrid fashion week)

Me gusta mucho Ana Locking y sigo sus colecciones desde hace ya años, por eso este año hice lo posible por ver su desfile en directo.

De la colección Primavera-Verano 2013 de Ana Locking llamaban sobre todo la atención los vestidos. Me habría quedado con todos ellos.
Lo más destacable de esta diseñadora son los cortes, los maravillosos cortes que hace. Hace vestidos que le quedan bien a las modelos, que, aunque parezca una cosa fácil, no lo es; a veces, ves diseñadores que hacen prendas que no se ajustan bien al cuerpo de las modelos que desfilan, y eso hace que una piense "si a ellas les queda mal, a mí peor". Pero con Ana Locking una tiene ganas de comprarse todas esas faldas y todos esos vestidos, porque sus cortes tienden a favorecer a las mujeres que los llevan.

La colección comenzaba con prendas en tonos rosas muy llamativos, con algún accesorio de inspiración africana (collares tribales). Esos rosas flúor se fueron transformando en rosas más pálidos, que se combinaban con azul para crear conjuntos que se ajustaban al cuerpo en la cintura, con faldas que terminaban un poco por encima de la rodilla.
Además, a la cintura llevaban cuerdas, las mismas cuerdas que formaban parte de los zapatos de los modelos. Ellas llevaban cuerdas que iban desde sus tacones -enroscándose por sus tobillos y sus gemelos- hasta la rodilla. Ellos, cuerdas alrededor de sus empeines y tobillos, pero con un calzado plano. También eran cuerdas las que sujetaban a su cabeza tocados con forma circular (con forma de botón, diría yo); cuerdas que rodeaban el contorno de su cara, pasando por debajo de su barbilla.

En cuanto a la moda masculina: pantalones cortos y camisas de seda de manga corta, en los mismos tonos que las prendas femeninas (azul-rosa palo).

Luego la gama de colores cambió: tonos verdes oscuros, ocres, blancos, algún rojo... Estampados que recordaban a la jungla y complementos en marrón o color crema.
Y entre esos colores, un modelo con un look totalmente gris, o, mejor dicho, plateado.
Así se daba paso a más looks que combinaban colores ya mostrados en la colección (como blanco u ocre) con ese tono plateado. Más faldas hasta la rodilla. Más cinturas marcadas (esta vez con cinturones de cuero marrón, en vez de con cuerdas). Más bermudas. Más camisas estampadas.
Pero en esta parte del desfile comienzan a aparecer, junto al color gris, los volantes que ya otras veces nos ha mostrado esta diseñadora en colecciones anteriores, esos volantes que tanto caracterizan sus colecciones y que la confirman como una de las creadoras con cortes más limpios de la Pasarela Cibeles.

Luego llegaron cortes más rectos. Tanto ellos como ellas desfilaron con pantalones tipo chino, aunque algo más estrechos (sin llegar a ser pitillos). Algún estampado de leopardo en camisas, faldas y vestidos, combinados con azul oscuro, negro o blanco.

De repente: el vestido de la colección. Secillo, negro, largo, vaporoso.
Le seguían más prendas negras. Más collares tribales.
Y luego: más blanco. Vestidos preciosos, también largos, con cuerpos con lentejuelas y faldas más vaporosas.
Así termina el desfile, dejándote un muy buen sabor de boca y unas ganas inmensas de más. Porque yo ya sabía que me gustaba Ana Locking; pero, después de ver un desfile suyo en directo, os aseguro que os gusta más.

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