sábado, 29 de septiembre de 2012

carlos diez (cibeles madrid fashion week)

Lo mío no tiene perdón . Unos veinte días después del desfile de Carlos Díez, yo os traigo la crónica. Es cierto que he estado haciendo muchas cosas últimamente, pero ni siquiera he empezado aún las clases, así que no hay excusa alguna...

Comenzaré diciendo que, a pesar de la tardanza en traer las tendencias que mostró el diseñador en su desfile a este blog, es uno de los mejores desfiles que he visto, no sólo de la marca (que he visto ya creo que cinco en persona), sino de esta edición en general de Cibeles. Es cierto también que ha sido un desfile raro; no esperaba que fuese así; pero todo lo que me ha sorprendido lo ha hecho para bien. Y es que los ángeles blancos y vaporosos que Carlos Díez puso a desfilar sobre la pasarela fueron de tal esplendor que no sé realmente muy bien qué contaros exactamente. Recomiendo ante todo que, si no queréis ver el vídeo entero, al menos os busquéis fotos para que sepáis cómo fue el evento y hasta qué punto fue inesperado el estilo que se mostró en él (algo que podéis hacer aquí).

Todas las modelos desfilaban con unas tiaras blancas con plumas que les caían sobre la frente. Llevaban vestidos vaporosos, muy vaporosos y muy sencillos. Y muy blancos. A veces transparentes.

El único punto oscuro que veíamos sobre la pasarela estaba en los pies, en las botas negras con las que desfilaban los y las modelos.

Tanto ellos como ellas aparecieron también sobre la pasarela con un blanco no tan puro, como con pequeñas manchas o dibujitos. Ellos, con camisas y pantalones tanto cortos como largos. Y ellas también (pero siempre con la diadema blanca de las plumas).

Uno de los looks que más me gustaron fue el que llevaba una chica que combinaba unos shorts de impoluto blanco con una camisa transparente de manga larga y cuello errado.
También aparecieron capas. Y algún que otro jersey calado, blanco también, por supuesto.

La forma de los tirantes y las espaldas de algunas de las prendas eran sencillamente maravillosas. Y las siluetas y los tejidos a veces causaban en mí una sensación de estar viendo más bien un desfile de alta costura...

Luego aparecieron las rayas, uno de los motivos que suele mostrarnos en sus desfiles el diseñador. Y en esa parte del desfile aparecieron también los modelos (que no son modelos profesionales) que él acostumbra a sacar a desfilar.
También hubo algún look y algún modelo que me recordaron al Bowie de The Man Who Sold The World, o incluso a mi amigo Santi.

Y, por si faltaba algo para que este desfile alcanzase la perfección, todo terminó con una canción que siempre pensé que pondría en un desfile mío si tuviese oportunidad de hacerlo: Hallo Spaceboy. De Bowie también, por supuesto.

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