No había día el que en mi casa no sonasen discos como Mediterráneo o Mi niñez. Por una parte eso es bueno, porque supongo que ningún niño de mi generación sabía tanto sobre cantautores españoles; por otra parte no lo es, ya que el escuchar durante tantas horas y tantos años estos discos hizo de mí una persona aficionada al glam-rock o al proto-punk. Durante los últimos años no he escuchado a Serrat, tampoco es que haya tratado de evitarle; en general, durante los últimos tres o cuatro años, el único de mi infancia al que he escuchado de manera frecuente ha sido Sabina.
Pero llevo días (semanas incluso) que antes de dormir viene a mi cabeza Pueblo blanco. Y este fin de semana no he aguantado más y la he tenido que escuchar. Qué grande es. Qué olvidada en mí durante tanto tiempo. El reencuentro con esta canción ha hecho también que vuelva a escuchar temas como Al alba, Te recuerdo Amanda o L'Estaca.
Pueblo blanco ha hecho que me reconcilie con todo ese mundo. No es que me tenga que reconciliar tras un enfado, sino más bien tras un distanciamiento. Recuerdo con emoción todos los conciertos de Joan Manuel Serrat a los que he ido... la primera vez que fui era tan pequeña y me sabía las letras tan bien... la última vez (en la gira que hizo con Sabina) ya se me habían olvidado muchas canciones y me emocionaba más ver a Sabina. No sé, quizá mi gusto por Serrat vuelva.
Gracias, Pueblo blanco, por seguir impactándome, por tener ese principio tan grande y tan fuerte y esa letra tan conmovedora. Esta canción te deja un vacío en el estómago y el alma llena de silencio, sin saber qué decir. Te deja sin palabras. Te destroza y te da vida.
Esta vez no la voy a olvidar, lo prometo.
duerme mi pueblo blanco
bajo un cielo que, a fuerza
de no ver nunca el mar,
se olvidó de llorar.
Por sus callejas de polvo y piedra
por no pasar, ni pasó la guerra.
Sólo el olvido...
camina lento bordeando la cañada
donde no crece una flor
ni trashuma un pastor.
El sacristán ha visto
hacerse viejo al cura.
El cura ha visto al cabo
y el cabo al sacristán.
Y mi pueblo después
vio morir a los tres...
Y me pregunto por qué nacerá gente
si nacer o morir es indiferente.
De la siega a la siembra
se vive en la taberna.
Las comadres murmuran
su historia en el umbral
de sus casas de cal.
Y las muchachas hacen bolillos
buscando, ocultas tras los visillos,
a ese hombre joven
que, noche a noche, forjaron en su mente.
Fuerte pa' ser su señor.
Tierno para el amor...
Ellas sueñan con él,
y él con irse muy lejos
de su pueblo. Y los viejos
sueñan morirse en paz,
y morir por morir,
quieren morirse al sol.
La boca abierta al calor, como lagartos.
Medio ocultos tras un sombrero de esparto.
Escapad gente tierna,
que esta tierra está enferma,
y no esperes mañana
lo que no te dio ayer,
que no hay nada que hacer.
Toma tu mula, tu hembra y tu arreo.
Sigue el camino del pueblo hebreo
y busca otra luna.
Tal vez mañana sonría la fortuna.
Y si te toca llorar
es mejor frente al mar.
Si yo pudiera unirme
a un vuelo de palomas,
y atravesando lomas
dejar mi pueblo atrás,
juro por lo que fui
que me iría de aquí...
Pero los muertos están en cautiverio
y no nos dejan salir del cementerio.
4 comentarios:
A mí hay dos canciones de Serrat que siempre me dejan con las lágrimas "saltás" quiera o no y son "aquellas pequeñas cosas" y "barquito de papel", quizá un poco obvias pero no lo puedo evitar.
Gracias por traer estas "canciones de nuestra vida" hoy. Un abrazo muy fuerte.
En resumen: qué gran disco es Mediterráneo que nos da todas estas canciones (Aquellas pequeñas cosas también es una de mis favoritas).
Gracias por comentar, a ver si nos vemos pronto. ¡Muchos besos!
Pues a mi Serrat me gusta un montón, especialmente los discos de los 70´s.
Un tipo grandísimo!
cheers!
Sí, ciertamente es un tipo muy grande... me alegra que también coincidamos en esto.
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